Lara Croft y el Presagio Congelado (Parte 4) es la cuarta parte de la serie de cómics Lara Croft y el Presagio Congelado, de Dark Horse Comics.
Sinopsis[]
La identidad del nuevo y peligroso enemigo de Lara y Carter (Mr. Green) se revela.
Los dos aventureros recurrirarán a cada arma de su arsenal para detener un culto dirigido por un loco que quiere rehacer el mundo... ¡destruyéndolo!
Trama[]
De regreso a Arizona, los guardias de seguridad de Grus discutieron sobre la situación en la que estaban, Lara y Carter se congelaban en la bóveda, dos de ellos querían seguir las órdenes de Grus, uno parecía reacio. Lara trató de escapar de la bóveda a través de la ventilación, sólo para descubrir que la caja de ventilación escondía sólo una pequeña abertura detrás de ella. Afortunadamente, un guardia de seguridad tenía un consciente y no quería castigar la muerte de Lara y Carter, y los liberó en un desierto, pero los dejó allí, para defenderse por sí mismos.
En Gorski Kotar, en Croacia, Chloe ha encontrado la ayuda de Antun para investigar la propiedad del Sr. Green, y entran en su casa, viendo todos los extraños dibujos en la pared. Intentan acceder al ordenador del Sr. Green. Mientras que los "dibujos" abajo llegan a la vida y comienzan a moverse hacia los intrusos.
De regreso a Arizona, Lara y Carter caminan por el desierto, ocasionalmente saciando su sed con fruta de cactus. Finalmente llegan a un Outlet Mall, donde piden un teléfono.
Stan Grus llega a Croacia, y es detenido por un guardia de seguridad. Sin embargo, el sirviente del señor Green está allí esperando e informa al guardia, que Grus tiene invitación especial del señor Green. El Sr. Green reúne todas las piezas de marfil y esperan el amanecer.
Doce horas más tarde, Lara y Carter también han llegado a Croacia y siguen el halcón GPS de Carter. Llegan a la mansión del Sr. Greens y entran, sólo para encontrar el cadáver de Antun. A continuación, son atacados por los demonios sombríos. Lara y Carter se sienten aliviados cuando el amanecer destruye a los demonios. Sin embargo, el alivio se convierte en preocupación cuando un monstruo gigante se eleva.